OIMAKU de la fascinación que me produjo ver por primera vez cómo se hacía una nube de caramelo. El feriante puso el palo en una especie de agujero y comenzó a darle vueltas y más vueltas. De repente, la nube empezó a aparecer frente a mis ojos. Salía de la nada.
Archivo por meses: septiembre 2009
OIMAKU de los ejercicios de sintaxis
OIMAKU de las oraciones que escribía el profesor de sintaxis. Eran tan largas que llegaban a ocupar todo el ancho de la pizarra y los alumnos, para poder dibujar el enorme árbol sintáctico, debíamos colocar la libreta apaisada y usar la mitad de la hoja.
OIMAKU de Espartaco
OIMAKU de la película Espartaco de Stanley Kubrick. Creo que no puede haber nada más masculino que Kirk Douglas en ese papel. La lucha a muerte con Anthony Curtis resulta estremecedora. El gesto de Antonino ante la pregunta de si prefiere las ostras o los caracoles no tiene precio.
OIMAKU del curry a cuatro manos
OIMAKU del curry que preparé con L. en su piso. Intenté cocinar cada ingrediente por separado para que no saliera mal, porque juntos o se queman o se quedan crudos. Ella, como una madre, me apartó, echó todos los ingredientes en una paella enorme y empezó a mover con brío. Todos salieron en su punto. A mí me tocó la salsa. Cenamos muy bien tanto ella y yo como todos los amigos que vinieron aquella noche.
OIMAKU del camión de mi padre
OIMAKU de ir subido en el camión de mi padre, con él al volante y mi madre en el asiento del copiloto. Yo iba en medio, tenía cinco años y veía el techo de los automóviles que iban por la autopista. Era Dios.