OIMAKU del anuncio de la bola loca de Comansi, donde un montón de chavales creciditos se pasaban la bola loca y la atrapaban sin problemas con el tubo con ventosa que llevaban en la mano. Eran imágenes veraniegas de playa muy rápidas, a flashazos, y los chavalotes sonreían divertidos, y no se paraba de oír: «Es la bola loca de Comansi, la bola loca, la bola loca de Comansi».
Archivo por meses: marzo 2010
OIMAKU del Tragabolas
OIMAKU del juego del Tragabolas, tan absurdo como adictivo como cansino, en el que uno se hacía polvo dándole con frenesí drogodependiente a la palanca de un hipopótamo de plástico rosa. Esta esencia confusa del juego inspiró su propia canción, igualmente absurda, adictiva y cansina a matar. Sin duda, lo que menos soportaba era el gritito al final del niño repelente que ganaba.
OIMAKU de las Pringles con sabor a curry
OIMAKU del bote de Pringles Curry Limited Edition, color marrón y motivos hindúes, elefantitos incluidos, que devoré en Inglaterra y que no he podido volver a disfrutar. Cada año que pasa, el placentero recuerdo se magnifica.
OIMAKU de Sampras potando
OIMAKU del partido en el que Àlex Corretja hizo vomitar a Sampras. También recuerdo que, después, Pistol Pete falló un primer saque y, para sorpresa de todos, metió un ace con el segundo que dejó a Corretja tiritando. Y éste acabó perdiendo de la manera más triste con una doble falta. Aún así, nadie me quita la imagen del número uno del mundo potando de agotamiento mientras el mulo de Corretja daba saltitos como si nada.
OIMAKU del gol de Nayim
OIMAKU del gol de Nayim en la final de la Recopa del 95. Estaba con mi padre en el salón, agobiados porque el Zaragoza recibía faltas a diestro y siniestro de manera descarada y, de repente, va el tío y dispara. «¿Pero qué hace?» dice mi padre, criticándolo, mientras la cámara sigue la parábola que dibuja el balón. «¡¡PERO QUÉ HA HECHO!!» gritamos justo cuando el gol se cuela en la portería. Tengo ese golazo grabado en las neuronas.
OIMAKU del menú de colores horrendos
OIMAKU del menú de colores básicos (verde, rojo y azul) que hice para uno de mis blogs y que me criticaron hasta la saciedad. Mi intención era hacer el texto más visible pero acabé haciéndolo molesto. Hubo muchos cambios en ese blog en muy poco tiempo. Es lo que sucede cuando las cosas acaban de nacer.
OIMAKU del extraño cumplido de T.
OIMAKU del extraño cumplido que me dijo un día T.: «Tú sobrevivirías a un campo de concentración».
OIMAKU de las meriendas de pan con chocolate
OIMAKU de las meriendas de pan con chocolate. En el horno, mi madre me compraba una mini tableta de chocolate Nestlé, con su envoltorio rojo, y un bollo de pan. Abría el bollo, desenvolvía la chocolatina, la ponía dentro y mordía. Delicioso.
OIMAKU de N’hi ha que néixen estrellats
OIMAKU de la serie británica N’hi ha que néixen estrellats. La emitía TV3 y era una de mis programas favoritos cuando era pequeño. Me divertía muchísimo. Tengo grabada la imagen del protagonista haciendo flexiones. Creo que la escena pertenecía al opening.
OIMAKU de los gritos de los anuncios
OIMAKU de los gritos de aquellos dos anuncios de coches, cuyas frases sin sentido acabó repitiéndolas más de uno: «¡Gerooooooooooooppa!» y «¡Alabulieeeeeeeeeeeeeeee!». Sobre todo, recuerdo la segunda, porque la gritaba un tipo al final del comercial, y aún no tengo ni la más mínima idea de lo que puede significar.