Archivo por meses: septiembre 2012

OIMAKU de las fichas de parvulario

OIMAKU del verano previo a empezar parvulario, que entonces, al menos en mi pueblo, se llamaba «parvulitos». No hacía más que preguntarle a mi madre, cuando se tumbaba a mi lado para echarnos la siesta juntas, cómo era aquello de ir al colegio. Estaba echa un saco de nervios ante tal novedad. Me decía que me lo pasaría muy bien jugando y cantando con otros niños y, sobre todo, pintando fichas, ya que garabatear todo lo que pasaba por mis manos era mi mayor afición a por aquella época. No entendía que las fichas eran hojas de papel para aprender y colorear, y yo me imaginaba rodeada de niños trabajando sin descanso, fabricando fichas de parchís a destajo, como cuando oyes hablar de la explotación infantil en China, o algo así. Por eso no lloré el primer día de clase como otros niños, porque en cierta manera, sentí alivio.