OIMAKU de mi filosofía de no comprar libros porque se pueden leer tanto en las bibliotecas públicas y me queda tanto por leer… La decisión me vino por el mucho espacio que ocupan y el dineral que cuestan, y por los problemas durante las mudanzas de tener que cargarlos todos. Recuerdo mi primera mudanza, cuando me cargué de libros que al final no leí y que tuve que cargar de nuevo para la segunda. Esto fue antes de que aparecieran o se conocieran los ebooks. Sin embargo, pese a todo, avances tecnológicos incluidos, la realidad es que mi biblioteca personal sigue creciendo y el espacio en casa menguando. Mi pareja se ríe de mí, de tanto que le calenté la cabeza cuando nos conocimos para luego tener que tragarme mis palabras una a una, página a página.