OIMAKU de los sms

OIMAKU de los sms que intercambiábamos I. y yo hace años. Una vez a la semana nos enviábamos listas de cosas que nos hacían sentir bien, como las listas de Hornby en «Alta fidelidad» pero en buenrollismo puro y duro. Un columpio, la puesta de sol, un beso en el cuello, un gato dormido en tu falda, un viaje, aprender otro idioma, ver por decimotercera vez tu película favorita, remojarte los pies en el Atlántico… Y así durante meses, almacenándose en la memoria de mi móvil, echándoles un ojo cuando los ánimos estaban bajos. Hasta que un día tuve que cambiar el maldito aparatejo y me di cuenta demasiado tarde de que el móvil nuevo sólo almacenaba 15 mensajes, y para entonces ya habían sido sustituidos por una larga de retahíla de «quedamos a las 6» o «nos vemos en la salida del metro».