OIMAKU de la frase comercial «¡Avon llama!», y de las reuniones de mi madre y mi abuela en casa de las vecinas para comprar maquillajes y tuppers, que entonces se llamaban fiambreras.
OIMAKU de la frase comercial «¡Avon llama!», y de las reuniones de mi madre y mi abuela en casa de las vecinas para comprar maquillajes y tuppers, que entonces se llamaban fiambreras.